El marxismo ha revolucionado el mundo. Ha transformado la conciencia, los valores, los principios de millones de seres humanos. Ha abierto –como avanzada de un poderoso movimiento social nunca antes conocido– el camino de una nueva vida, de una nueva cultura, de una sociedad nueva.
José Rafael Núñez Tenorio, comunista venezolano
Marx […] está vivo en la lucha que por la realización del socialismo libran, en el mundo, innumerables muchedumbres, animadas por su doctrina.
José Carlos Mariátegui, comunista peruano
La presente publicación surge de la intención conjunta de un grupo de centros y escuelas de formación marxista leninista del mundo que nos hemos planteado la creación de un centro común de reflexión basado en el marxismo leninismo. Entendemos que tal objetivo solo es posible si nos proponemos la continuidad en la construcción del pensamiento revolucionario situado en nuestra época, es decir, el marxismo leninismo en el siglo XXI.
Pese a que aún no se llega a las dos centurias de su surgimiento, el pensamiento marxista ha transformado de manera definitiva la conciencia social de la humanidad, constituyendo la guía del pensamiento revolucionario y científico de nuestro tiempo. Su vitalidad se basa en la potencia persuasiva que tiene la realidad al tornarla consciente. Luego de milenios de trabajo explotador, y su consecuencia, el trabajo intelectual alienado, el marxismo logra lo que el resto de las formas sociales de conciencia anteriores no podían: conocer la realidad para transformarla en un sentido revolucionario.
Nuestro desafío es dar respuesta a los fenómenos que conforman nuestro clima de época. En primer término, la caída del bloque socialista eurooriental, la disolución de la Unión Soviética. Un duro golpe en tanto elemento central de nuestro ADN identitario que impactó en lo ideológico, político, organizativo y emocional. Eran los tiempos en que Francis Fukuyama decretaba “fin de la historia” y los EE.UU. empezaban un raid mundial de invasiones que se mostraba como imparable. Luego, como respuesta dialéctica, el ascenso de la República Popular China como potencia a escala planetaria, su acuerdo geoestratégico con Rusia y la obstinada vigencia de los procesos progresistas en América Latina. Nueva contradicción, el ascenso de la ultraderecha en un decadente mundo occidental capitalista.
En esta coyuntura, la Coordinadora Internacional de Escuelas Marxistas Leninistas nos planteamos:
La dimensión de la batalla ideológica que emprendemos en esta etapa de manera conjunta es enorme, habida cuenta de que en todo el mundo el imperialismo siembra una red de ONG con un discurso pretendidamente progresista pero claramente anticomunista. Para disgusto de quienes pretenden sepultar al marxismo leninismo en el arcón de los recuerdos, cuando los pueblos buscan sus victorias, su cultura y sus artistas acuden a un acervo siempre ligado al marxismo leninismo, como herramienta organizadora de pueblos, luchas y triunfos.
Lenin, Mao Zedong, Ho Chi Minh, Vo Nguyen Giap, Ernesto Che Guevara, Fidel Castro, Raúl Castro, Salvador Allende, pero también Clara Zetkin, Rosa Luxemburgo, Karl Liebknecht, Farabundo Martí, Schafik Hándal, José Carlos Mariátegui, “Tirofijo” Marulanda, Raúl Reyes, Alfonso Cano, Dashiell Hammett, Howard Fast, Dalton Trumbo, Angela Davis, Nazım Hikmet, Bertolt Brecht, Máximo Gorki, Alexandra Kollontai, Inessa Armand, Pablo Picasso, José Carlos Mariátegui, César Vallejo, José María Arguedas, Vicente Lombardo Toledano, David Alfaro Siqueiros, Diego Rivera, Frida Kahlo, Violeta Parra, Víctor Jara, Pablo Neruda, Sergio Ortega Alvarado, Gladys Marín, Haydée Santa María, Carlos Puebla, Nicolás Guillén, Silvio Rodríguez, Armando Tejada Gómez, Atahualpa Yupanki, Mercedes Sosa, Osvaldo Pugliese, Antonio Berni, Raúl Soldi, Héctor Agosti, Raúl González Tuñón, Alfredo Zitarrosa, Rodney Arismendi, Roque Dalton, Candido Portinari, Oscar Niemeyer, Luís Carlos Prestes, Thomas Sankara, Samora Machel, Amílcar Cabral, Agostinho Neto, Enrique Lister, Miguel Hernández, María Teresa León, La Pasionaria, Rafael Alberti, Luis Cernuda, Josep Renau, José Rafael Núñez Tenorio, María León, Jesús Faría, Alí Primera, Oswaldo Guayasamín, George Habash, José Saramago, Mario Monicelli, Ettore Scola, Bernardo Bertolucci, Ennio Morricone son solo algunos de los nombres de una caprichosa lista que da una dimensión de la profundidad de las raíces que el comunismo ha desplegado en el sustrato cultural humano. Los pueblos en las calles cantan el “Bella Ciao”, “El Pueblo Unido Jamás será Vencido”, “Hasta siempre, Comandante”, “Que la tortilla se vuelva” y también “La internacional”, los genocidios son denunciados con las formas del “Guernica”, el hambre con los perfiles huesudos de Guayasamín, la paz se grafica con la paloma de Picasso y toda resistencia popular tenaz y heroica es un “Stalingrado”.
Se trata entonces de generar, con base en la reflexión que esperamos diversa y tumultuosa, el pensamiento que requiere los desafíos de nuestra época. Construir con este colectivo de escuelas marxistas leninistas un espacio de producción que aporte a brindar a la militancia los insumos teóricos para enfrentar la constante andanada de jerigonzas idealistas con las cuales se intenta desviar a los pueblos de la lucha por el poder. Pero también, y fundamentalmente, seguir con el necesario avance teórico. Nos proponemos a través de esta producción colectiva aportar a la forja de las armas teóricas requeridas en la lucha revolucionaria de los pueblos sojuzgados para dar impulso al proceso por el cual el marxismo leninismo se va transformando en fuerza material de los trabajadores del mundo.