José Antonio Egido (Presidente de la Asociación cultural Volver a Marx del Estado español, integrante de la Coordinadora Internacional de Escuelas Marxistas Leninistas.)
Necesidad de realizar un balance colectivo de tan magna experiencia histórica
La última sesión del Congreso que realizó nuestra Coordinadora Internacional de Escuelas Marxistas Leninistas en junio de 2021 sobre el 150 Aniversario de la experiencia revolucionaria pionera de la Comuna de París se dedicó a proponer entre las escuelas y camaradas participantes un balance sobre dicho evento que supone el inicio histórico de la lucha revolucionaria de la emergente clase obrera francesa como “clase para sí misma” (Marx, 1979: 200).
El congreso ha contribuido a fortalecer a la propia Coordinadora donde hoy confluyen escuelas de México, Colombia, Perú, Argentina y las Españas, y confiamos que puedan confluir más escuelas similares que deseen incorporarse para participar en este propósito colectivo de dar la “Batalla de las Ideas” que plantea en estos términos el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz:
Son las ideas, son las ideas las que iluminan al mundo, son las ideas, y cuando hablo de ideas solo concibo ideas justas, las que pueden traer la paz al mundo y las que pueden poner solución a los graves peligros de guerra, o las que pueden poner solución a la violencia. Por eso hablamos de la batalla de ideas (Castro Ruz, 2003).
Aproximación al balance de la Comuna
Redondeamos algunas ideas sobre una experiencia tan fecunda, aunque fuese aplastada por la burguesía francesa en 1870.
- Es necesario, como parte de la formación política de los militantes, estudiar la metodología creada por los clásicos marxistas para comprender el fenómeno de la Comuna que se concretó en los trabajos de Marx: “Manifiesto del Congreso General de la Asociación Internacional de los Trabajadores sobre la guerra civil en Francia en 1871”, “Cartas a Kugelman”; de Engels, “la Introducción a la guerra civil en Francia”, y de Lenin, “Las enseñanzas de la Comuna”, “Las tareas de la Comuna y la dictadura democrática del proletariado” y “La experiencia de la Comuna”, entre otros.
- Resulta imperativo no fosilizarnos en la simple contemplación de las grandes luchas del pasado sino, como recomienda Lenin, estudiar la situación concreta de cada momento concreto. Esforzarnos en rescatar las lecciones sobre la organización política del Estado socialista que son útiles en cada contexto particular de nuestra época, de acuerdo con el nivel de conciencia de la clase trabajadora, las tradiciones políticas y la correlación general sabiendo que bajo la Europa del capital esa posibilidad es hoy lejana, pero no así en otros territorios del Planeta.
- Además, comprender, como una de las conclusiones generales, que la construcción socialista requiere de la destrucción del aparato del Estado al servicio de la clase explotadora, según se verificó en la Comuna. Aparato del Estado que, como cita Carlos Marx: “fue adquiriendo cada vez mas el carácter de poder nacional del capital sobre el trabajo, de fuerza pública organizada para la esclavización social” (Marx, Engels y Lenin, 1980: 140) fue reemplazado por un embrión de aparato del Estado democrático en tanto que expresión del poder del pueblo trabajador. Marx y Lenin destacan que la abolición del viejo Estado no puede darse “de golpe, en todas partes y hasta el fin” (Lenin, 1982: 149). Requiere su tiempo histórico. Es la experiencia que se observa en la Comuna y en la revolución soviética, a quien denomino la Gran Comuna de París del siglo XXI para escándalo del profesor Rolando Astarita con quien he sostenido una polémica virtual. Se observa asimismo en nuestros días, en la Revolución Bolivariana, que pugna por crear un Estado comunal y ha reconvertido las viejas fuerzas armadas pronorteamericanas y represivas en una Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), eje de la unidad cívico-militar y baluarte de la resistencia antimperialista.
- Fuera de Europa y desgraciadamente también en la actual Europa reaccionaria, se desconocen las luchas del proletariado europeo entre el siglo XIX y mediados del XX. La Comuna de París inició un ciclo de grandes insurrecciones y revoluciones de la emergente clase obrera europea en alianza con otros sectores populares, como una capa arruinada de la pequeña burguesía y el campesinado que fueron derrotadas violentamente por la burguesía. A la masacre de los comuneros parisinos de 1871, siguieron la masacre de la “Semana Trágica” de Barcelona de 1905, el aplastamiento de las insurrecciones de Rusia de 1905, Dublín de 1916, Turín y Milán de 1916 y 1917, de Múnich, Hamburgo, Berlín y Viena de 1918 y 1919, de las Repúblicas socialistas de Lituania y Letonia de 1918 a 1920, República de los Soviets de Hungría de 1920 y revolución obrera de Finlandia de 1918, de los levantamientos obreros de la “Unión de Hermanos Proletarios” de España de 1935, la gran matanza nazi fascista contra la República española desde 1936 hasta los años 40 y las grandes masacres cometidas por los nazis alemanes y sus aliados italianos, rumanos, croatas, bosnios, ucranianos, finlandeses, eslovacos y otros de 1941 a 1945. Centenares de miles de obreros, artesanos, campesinos, intelectuales, artistas, mujeres proletarias y soldados revolucionarios y antifascistas fueron asesinados en el altar de la consolidación del capitalismo (ver Hobsbawn, 2011: 368) y la defensa de los privilegios de la clase burguesa y feudal. La constitución de un fuerte polo imperialista a escala universal contra los derechos de los trabajadores y los pueblos oprimidos y la paz en el mundo que hoy subsiste bajo la forma de la Unión Europea (UE), sus armas nucleares y sus aparatos ideológicos de dominio, analizados por Althusser (2008: 95), tiene su origen en la represión sangrienta por la burguesía francesa de la Comuna de París en 1871. El juego político proletario en semejante UE se limita hoy al “movimiento de posiciones” que teorizaba Gramsci –“Lucha política y guerra militar” en Gramsci (1981)– en el que la burguesía siempre tiene ventaja para imponer sus intereses de clase. Sin embargo, la cadena imperialista solo se ha podido romper establemente a nivel internacional como avizoraba genialmente Lenin (1916) en sus eslabones débiles, situados en la periferia con respecto a la metrópolis del capital.
Como señalé en mi intervención al final del Congreso, nuestro compromiso con los communards caídos(comuneros parisinos) es reforzar lo más posible nuestra Coordinadora y cada una de nuestras escuelas marxistas. La capacidad probatoria del marxismo como método de descubrir la verdad, como señala Lenin (1974: 240) sigue siendo “inmensa”, y es más necesaria que nunca.
Bibliografía
Althusser, Luis (2008). Ideología y aparatos ideológicos de Estado. Buenos Aires: Ediciones Nueva Visión.
Castro Ruz, Fidel (2003). “Discurso pronunciado en la Facultad de Derecho”, Buenos Aires, 26 de mayo. Disponible en <http://www.fidelcastro.cu/es/discursos/discurso-pronunciado-en-la-facultad-de-derecho-de-la-universidad-de-buenos-aires-argentina>.
Gramsci, Antonio (1981). Escritos políticos (1917-1933). México DF: Siglo XXI.
Hobsbawn, Erich (2011). La era del capital, 1848-1875. Barcelona: Editorial Crítica.
Lenin, V.I. (1916). “El programa militar de la revolución proletaria”. Disponible en https://www.marxists.org/espanol/lenin/obras/1910s/1916mil.htm>.
Lenin, V.I. (1974). ¿Quiénes son los amigos del pueblo? Madrid: Siglo XXI de España Editores.
Lenin, V.I. (1982). La Comuna de París. Moscú: Editorial Progreso.
Marx, Carlos (1979). Miseria de la filosofía. Moscú: Editorial Progreso.
Marx, Carlos; Engels, Federico y Lenin, V.I. (1980). La Comuna de París. Madrid: Editorial Revolución.
Debate sobre la URSS disponible en <https://www.youtube.com/watch?v=903wXn9KLPc> septiembre de 2021.