Nadie puede dudar que la Comuna de París ha significado un enorme ejemplo para el proletariado internacional, y el impacto que ha tenido en el desarrollo teórico ha sido monumental desde muchos aspectos.
El primero de ellos que deberíamos interpretar es el impacto que ha tenido en el propio desarrollo de la teoría marxista, particularmente en el proceso de pensamiento de Marx y Engels.
Estos autores venían trabajando, en algunos textos anteriores, entre otras temáticas vinculadas al desarrollo de la teoría revolucionaria, el momento de la toma del poder.
Pero la Comuna de París fue la puesta a prueba en forma dinámica (en movimiento) de la propia teoría marxista, como se expresa metafóricamente, “en tiempo real”.
El evento que hoy recordamos se produjo en forma contemporánea, en un momento en que estaban vivos tanto Marx como Engels; incluso Lenin cumplió un año de vida en pleno desarrollo de la Comuna.
Estos tres autores desarrollan su concepción de la Teoría de la Revolución, parte de su desarrollo científico del materialismo histórico construyéndola en polémica con otros pensadores de la época. Como pensadores críticos, parten de la crítica a lo existente para desarrollar una visión crítica.
Particularmente, en el caso de la Comuna, estaban en conflicto teórico con los anarquistas, especialmente prodhonianos y blanquistas, que eran mayoría en la Comuna.
El primer ejemplo de esta cuestión es la polémica en relación con el Estado y las tareas de la revolución proletaria. En este sentido, la experiencia comunera ilustra la justeza de la teoría de Marx y de Engels de la concepción del Estado.
Mientras los anarquistas hablaban y planteaban la abolición del Estado (su destrucción total) en el momento de la toma del poder, la teoría marxista plantea la extinción del Estado en un proceso transicional desde la toma del poder hasta la construcción del comunismo.
Si uno piensa en la experiencia de la Comuna, allí se puede apreciar empíricamente la justeza de los postulados teóricos de Marx y Engels.
Durante los 72 días de duración de la Comuna, el Estado parisino no es abolido como plantean en teoría los propios anarquistas que, reitero, eran mayoría en la Comuna, sino que, por el contrario, como exponen los marxistas, fue inmediatamente modificado y perduró, asumiendo funciones legistativo-ejecutivas, administrativas y, al mismo tiempo, punitivas; reforzando de paso la concepción de que el Estado cumple dos funciones centrales: la administración común y la represiva (aparato de dominación de clase).
Cuando observamos las modificaciones que se producen, básicamente, las esenciales son dos, ambas buscaban desarticular el poder de la burguesía.
La gran transformación del Estado que lleva el gobierno comunero es la desarticulación de la unión entre la Iglesia y el Estado. Esto se realizará, básicamente mediante dos acciones:
Con estas medidas que se toman se destruyen las bases ideológicas y materiales para la reproducción del Estado burgués y se crean las bases del nuevo Estado proletario.
Engels, en algún pasaje, polemizando con la socialdemocracia de su época, llega a afirmar que “si quieren ver a la dictadura del proletariado, miren a la Comuna”.
La Comuna es una forma particular que asume la dictadura del proletariado. Lo que mostró es la articulación de experiencia histórica con la experiencia teórica.
Acostumbramos a hablar de la toma del Estado, la toma del poder, etc., pero, en realidad, de lo que trata la dictadura del proletariado es de la destrucción del Estado burgués, la destrucción del poder de la burguesía y la creación de un Estado y un poder de nuevo tipo.
Estos planteos que ya se venían viendo en algunos escritos tempranos, aparecen claramente expresados en tres textos fundamentales que son resultado directo de la experiencia de la Comuna; textos que muestran claramente cuál fue el impacto teórico que tuvo la Comuna en el pensamiento marxista: La guerra civil en Francia, que fue el texto que escribió Marx en forma contemporánea a la experiencia de la Comuna a pedido de la Asociación Internacional de Trabajadores de la I Internacional y que fuera publicado por primera vez luego de derrotada la experiencia comunera. A Marx le pidieron un texto explicando este proceso. Otro texto fundamental que podríamos citar es El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado que es un texto de 1884 escrito por Friedrich Engels, y finalmente el texto de 1917 de Lenin El Estado y la revolución.
Estos tres grandes textos nos van a dar la pauta de cuál fue el verdadero impacto de la Comuna como experiencia histórica en el desarrollo del pensamiento.
Por supuesto que toda la obra de Lenin está atravesada por la experiencia de la Comuna, sobre todo cuando establece nexos relacionales entre este acontecimiento histórico con lo que él mismo llama ensayo general revolucionario (la revolución de 1905), la revolución de febrero y la revolución de noviembre de 1917.
Existe un hilo conductor cuando analiza las condiciones en las cuales se producen estas experiencias proletarias.
En este sentido se pueden entender algunas cuestiones:
Todos ellos se dan en contexto de guerra inter-imperialista. La Comuna se da en el contexto de la derrota francesa en la guerra franco-prusiana de 1870; la revolución rusa de 1905 se da en el contexto de la derrota rusa en la guerra ruso-japonesa y las revoluciones de 1917 se dan el contexto de la Primera Guerra Mundial.
En este sentido, hay un texto muy interesante del año 1917 titulado El marxismo y la insurrección en el que se plantea que un partido proletario que no se arme, que no se prepare para la lucha armada, básicamente se ha pasado al campo de la burguesía.
El Estado burgués se sostiene, esencialmente, mediante la coerción violenta (sea esta coerción económica o extraeconómica).
Recordemos que Marx y Engels ya habían dicho que la violencia es la partera de la historia (en el Manifiesto Comunista) y esto se ve con claridad en el momento de estas tres insurrecciones. No es casual que estos procesos, por un lado, se den en una coyuntura de guerra inter-imperialista y que, por otro, como efecto de esta guerra inter-imperialista, grandes fragmentos del pueblo en general y del proletariado en particular se encuentran momentáneamente armados por el propio Estado burgués en su defensa.
Una de las consignas que plantean Lenin y los bolcheviques durante la Primera Guerra Mundial es la búsqueda de la transformación de la guerra inter-imperialista en guerra popular revolucionaria.
Por otro lado, lo que nos muestra la experiencia de la Comuna (esto lo vamos a ver hacia el final de esta experiencia revolucionaria) es el carácter de clase de la violencia contrarrevolucionaria.
En efecto, el Estado burgués asumió un carácter particularmente violento en la represión de la Comuna (30.000 fusilados en un par de días), busca ejemplificar mediante el terror contrarrevolucionario.
Lenin también plantea que la resistencia de la burguesía al poder proletario comienza antes aun de la toma del poder.
No es sino la represión permanente lo que garantiza la acumulación capitalista. A través de la represión del Estado, la burguesía garantiza la producción (y la reproducción a escala ampliada) de las relaciones sociales de producción (la explotación) capitalista, esto lo vemos cotidianamente allí donde se hacen presentes las fuerzas represivas del Estado para disolver manifestaciones, romper huelgas, etcétera.
Es que el propio capitalismo funda su sistema en la violencia y el genocidio, esto se ve con claridad en el relato histórico del origen del capitalismo que hace el propio Marx en el Capítulo XXIV del Libro 1 de su obra El Capital. Carácter violento que Marx asigna al capitalismo en su propia esencia: “Si el dinero, como dice Augier, llega a este mundo con manchas de lodo y sangre de sus mejillas; el capitalismo lo hace chorreando sangre por todos sus costados”.
Señalamos este carácter violento y opresor que tiene el Estado burgués, ya que podríamos definirlo en términos contemporáneos como lo hace Siswo Pramono: como genocida, porque apunta a la destrucción de identidades colectivas y a su reemplazo por otras nuevas.
Por otro lado, destacamos el carácter violento de la burguesía que se expresa en la reacción, la resistencia a la transformación y a los procesos revolucionarios.
En momentos en que el proletariado llega a tomar el poder del Estado, la violencia de la burguesía se intensifica, durante la Comuna de París se expresará como guerra civil y se verá la solidaridad interburguesa, que tendrá su expresión en la alianza entre la burguesía francesa y la prusiana. Recordemos que los prusianos, que habían derrotado al ejército francés, mantuvieron el cerco sobre el París insurrecto a la vez que liberaron prisioneros del ejército francés para posibilitar la reorganización y el rearme. Posteriormente liberaron el cerco para posibilitar el avance de las tropas de la Asamblea Nacional sobre la Comuna de París, provocando la orgía de sangre que luego hemos visto a nivel histórico.
En el caso de la Revolución de Octubre de 1917, a la insurrección le seguirá el levantamiento del ejército burgués (el Ejército Blanco) y el pedido de los Blancos a 14 potencias imperialistas para que cerquen a la Revolución y la “derroten en la cuna”.
En este sentido, también existe esta solidaridad de clase entre las burguesías: ese carácter internacional que tiene el capital y esa característica de dejar de lado las luchas entre fracciones de clase para aglutinarse alrededor de un intento de destruir esa experiencia revolucionaria naciente, como manera de advertir la lucha de clases y el peligro inminente para ellas mismas que tiene, para su propio proletariado, ver la experiencia insurreccional en el proletariado de otra nación.
Retomando el tema de la teoría revolucionaria, señalábamos al comienzo que Marx, Engels y Lenin (en realidad, prácticamente todos los pensadores y productores de conocimiento marxistas leninistas), todos nosotros, no construimos teoría en el vacío sino que lo hacemos a partir de la experiencia concreta de situaciones concretas y al mismo tiempo polemizando; dando lucha teórica contra otras corrientes de pensamiento (en general burguesas o pro burguesas) que intentan establecer determinado sentido común de situaciones inmodificables.
En ese sentido, Marx y Engels construyen toda la mirada acerca de la Comuna, aunque no solo, pero sí particularmente, en polémica con los anarquistas, demostrando la justicia de la teoría marxista en el análisis del Estado.
Lenin, mostrará los límites del reformismo y su carácter claudicante, especialmente en sus escritos del período 1905-1917.
Básicamente, entre esos años, Lenin se centra en la polémica con las corrientes socialdemócratas de la Internacional, particularmente con Kautsky en relación con el lugar que tiene la lucha parlamentaria y la necesidad de prepararse para una inevitable resolución violenta del conflicto.
En suma, la Comuna implicó no solo el ejemplo de ser la primera revolución proletaria de la historia, sino que todo el proceso de los 72 días hasta su trágico desenlace y, particularmente, el análisis del devenir de la lucha de clases durante ese acontecimiento asumió una importancia crucial en el pensamiento de Marx, Engels y Lenin. Posiblemente, si la Comuna no hubiera acontecido, el desarrollo de la Teoría de la Revolución hubiese tardado mucho más tiempo en ser concebida.
Nuestra tarea actual es repensar la Comuna y su legado en las condiciones actuales para adaptar la Teoría de la Revolución a nuestra situación concreta.